- La Alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López Hernández, demuestra con esta acción de desistimiento, su coherencia con lo expuesto en el Programa de Gobierno y en el Pacto Ambiental suscrito con la ciudadanía.
- Esta solicitud está articulada con la idea de una Ciudad – Región sostenible ambiental, económica y socialmente.
- Se busca el cumplimiento de la Constitución Política, que exige la protección del medio ambiente, y de la Ley de Ordenamiento Territorial 388 de 1997, según la cual los componentes ambientales son determinantes de superior jerarquía para los municipios y distritos.
- La Administración Distrital aplicará el Plan de Manejo Ambiental aprobado desde el 2014 por la CAR para la Reserva Thomas Van Der Hammen.
El retiro de la solicitud va en sintonía con el compromiso de la alcaldesa Claudia López con el ambiente establecido en su Programa de Gobierno para el periodo 2020 – 2024, en el cual se prioriza el planteamiento de una Ciudad-Región sostenible ambiental, económica y socialmente, que le devuelva a la Estructura Ecológica Principal su carácter de principal y no solamente como una estructura ambiental y de espacio público.
También busca cumplir con los mandatos de la Constitución Política y la Ley de Ordenamiento Territorial sobre la protección del Ambiente, la aplicación del Plan de Manejo Ambiental de la Reserva expedido desde el 2014 y las observaciones de la CAR sobre insuficiencia en los estudios del borde norte.
“La solicitud inicial requiere ser evaluada en su conjunto para determinar hacia dónde se expande y revitaliza la ciudad, los estudios técnicos y ambientales requeridos y el proceso de participación ciudadana adecuado”, puntualizó la alcaldesa en la carta enviada a la CAR.
Por su parte, la Secretaria Distrital de Planeación, Adriana Córdoba, explicó que la restauración y preservación tanto de la zona agroecológica del norte de Bogotá, como de la Reserva, serán el eje fundamental de la sostenibilidad de la futura Ciudad-Región y la base del ordenamiento del norte de la ciudad, un área clave para la conectividad ecológica.
Razones de la decisión
Además de acatar la Constitución, que exige la protección del ambiente, la Administración busca cumplir con la Ley 388 de 1997 de ordenamiento territorial, según la cual los componentes ambientales definidos por el nivel nacional y regional se constituyen en determinantes de superior jerarquía para los municipios y distritos.
“El suelo de protección ya esté en zona rural o urbana tiene restringida la posibilidad de urbanizarse”, dijo la funcionaria.
La Secretaría de Planeación manifestó que la conectividad vial y ambiental que requiere Bogotá en el marco de Ciudad-Región deben estar armonizadas, garantizando de esta manera la conectividad de la Reserva.
¿Qué sigue?
“Avanzaremos en la implementación del Plan de Manejo Ambiental de la Reserva (Acuerdo CAR 021 de 2014), de conformidad con las metas y plazos establecidos”, aseguró la Secretaria.
En el 2014 la CAR determinó la ejecución a diez años (2014-2024) del Plan de Manejo Ambiental de la Reserva por un valor de 235.000 millones de pesos, de los cuales, en los primeros 6 se debían invertir, en promedio $ 31.000 millones anuales, y en los últimos 4, $4.500 millones por año. Cinco años después no se ha avanzado ni en el 1 por ciento de la inversión prevista.
“La idea es cumplir con los mandatos de preservación, protección del paisaje, restauración y uso sostenible del suelo que ordenó el Plan de Manejo de 2014 y responder a las observaciones de la CAR de complementar y perfeccionar los estudios del borde norte que el 19 de noviembre del 2019 fueron calificados como insuficientes e incompletos”, precisó.
En su concepto técnico la CAR dijo que luego de realizados los estudios y evaluaciones necesarias por parte del equipo técnico multidisciplinario “se concluye que no es posible recomendar este proceso de sustracción, pues los elementos para el estudio, allegados por la Administración Distrital, son insuficientes e incompletos; siendo necesario complementar y perfeccionar varios tópicos esenciales, incluido el de participación ciudadana”.
Antecedentes
- El 2 de abril de 2018, la Administración del alcalde Peñalosa solicitó en un solo oficio dirigido a la CAR Cundinamarca la realinderación y recategorización de la Reserva Thomas Van Der Hammen y la sustracción de áreas para la construcción de 12 vías que cruzarían sobre ella.
- El 29 de agosto de 2019, el Distrito desistió de 9 de las 12 vías solicitadas en el pedido inicial de sustracción y sólo mantuvo tres: avenida Boyacá, avenida Laureano Gómez o carrera Novena y avenida Suba-Cota. Las razones de este desistimiento fueron, entre otras:
- Carrera Séptima, pues las obras de ampliación previstas para la estructuración del Proyecto Accenorte II por parte de la ANI se harían sobre el trazado de la vía existente.
- Vías como la avenida del Río, ALO, avenida Ciudad de Cali, avenida Los Arrayanes, avenida El Polo y avenida San José sufrieron modificaciones de sus trazados viales durante el proceso de concertación de la revisión general del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
- En el área aferente al corredor vial de la avenida El Jardín y avenida Guaymaral, el Distrito realizó un ejercicio de priorización por “urgencia social y de disponibilidad de los recursos para el desarrollo de la infraestructura”, que le permitió retirar dichas vías del proceso de sustracción.
- El 19 de noviembre de 2019, un concepto del equipo técnico multidisciplinario de la CAR, en relación con las tres vías, dijo que no era posible llevar a cabo el proceso de sustracción, porque los elementos para el estudio eran insuficientes e incompletos.
Con el desistimiento, la actual Administración Distrital demuestra su compromiso con lo expuesto en el Programa de Gobierno y el Pacto Ambiental suscrito con la ciudadanía.
Igualmente, defiende un modelo de ordenamiento territorial que protege el agua y la Estructura Ecológica Principal de Bogotá, incluidos la Reserva Van der Hammen, los humedales, los cerros orientales, el río Bogotá y los páramos de Chingaza y Sumapaz.