Para ellas, el nuevo POT debe tener en cuenta sus necesidades, porque de no ser así no mejoraría la calidad de sus vidas y no se atacarían las exclusiones e inequidades de las que han sido víctimas en la ciudad.
Los sueños que tienen son muchos, entre éstos, poder contar con zonas verdes para compartir con sus familias de manera tranquila, infraestructuras para realizar recorridos peatonales seguros, zonas de empleo cercanas a sus hogares, acceso a viviendas VIS y VIP, y un transporte de calidad.
En cuanto a la educación, solicitan más infraestructuras en donde se ofrezcan oportunidades y alternativas de calidad, así como acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación que les permita superar el analfabetismo o la preparación limitada que tienen muchas mujeres en la ciudad, especialmente las mujeres campesinas.
Es importante para ellas que se tenga en cuenta el rol de cuidadoras que ejercen muchas mujeres, y para ello es fundamental que no se deje de lado el tema territorial para hacer realidad el Sistema Distrital de Cuidado, incluído en el Plan Distrital de Desarrollo. El ordenamiento de la ciudad debe proporcionarles nuevas alternativas que les permita ahorrar tiempo, visibilizar su trabajo y mejorar sus estándares de vida.
La ruralidad es uno de los temas centrales que piensan debe ser planteado en el nuevo POT, y para ello consideran primordial abrir escenarios donde se aumente la participación incidente de las mujeres que habitan estas zonas de la ciudad, que les permita su empoderamiento. Consideran que esto conlleva a potenciar la economía campesina, la productividad, promover sus expresiones artísticas y lograr la construcción de equipamientos para su recreación y deporte.
Piden que queden explícitas las estrategias territoriales que permitirán la protección de los ríos, quebradas, humedales y cerros orientales. La conversión a energías limpias, el reciclaje y la reutilización de residuos, y acceso a servicios públicos de calidad son temas que no pueden dejarse por fuera del POT, expresaron.
A nivel regional, aplaudieron el Regiotram como una alternativa efectiva para la movilización de las mujeres que tienen que trasladarse entre los municipios aledaños y la capital para trabajar, estudiar o ejercer otras actividades, así como un medio para el transporte de alimentos producidos en la ruralidad.
Finalmente mostraron la importancia de seguir trabajando en la Política Pública de Mujer y Género, y no dejar atrás muchos proyectos que se han venido adelantando desde administraciones anteriores.
Las mujeres en Bogotá
Para avanzar en la formulación del POT, la Secretaría Distrital de Planeación cuenta con un diagnóstico de las mujeres en la ciudad, que será fundamental para la toma de decisiones. Algunos datos relevantes son:
- De acuerdo con datos de la última Encuesta Multipropósito aplicada en la ciudad, la edad promedio de las mujeres para tener el primer hijo aumentó de 1997 a 2017 de 21,4 años a 26,1 años, respectivamente.
- En el 2017 se registró que la jefatura femenina es mayor en la localidad de Chapinero con un 45,3% y menor en Bosa con el 33,6%. A nivel de estratos es mayor en el 1 con 40,8%, seguido del 6 con 38,6%.
- En la ruralidad, las localidades con mayor jefatura femenina se encuentran en Usaquén con el 33, 96% y es menor en Sumapaz con el 18,52%.
- En cuanto a la pobreza, ésta es mayor en mujeres que en hombres. La Pobreza Multidimensional es de 17,03% en hombres, mientras que en mujeres es de 21,30%. Igual pasa con la Pobreza monetaria que se ubica en 20,90% para hombres y 23,53% para mujeres.
- En Bogotá más del 54% de las mujeres padecen alguna dificultad para su movilidad, que afecta su capacidad para trabajar, estudiar o realizar actividades cotidianas, en contraste con el 45,6% de los hombres.
- Al caracterizar los viajes por género, se reportan mayor número en las mujeres con relación a los hombres. La cifra femenina asciende a los 6 millones 800 mil, mientras la masculina 6 millones 400 mil. Los medios de transporte preferidos por las mujeres son el transporte público y a pie.